Hoy en Literatura Universal, Latín y Griego no hicimos mucho, así que pensé que no pasaría nada por juntar ambas horas en una sola entrada. En la primera asignatura, escuchamos la presentación del último grupo que quedaba por exponer, Germán nos pidió debatir qué nota grupal creíamos merecer y, tras decidirla y decírsela, él nos dijo la nota que él nos había puesto... ¡Sacamos un 8,5! Después de esta gran felicidad por la que, sinceramente, considero que debería haberme esforzado más -pero que no pude porque me dijeron ese mismo día de la exposición que al final íbamos a exponer todos-, Germán nos permitió estudiar Historia.
En cambio, en Latín, Germán nos explicó el Exercitia de este tema y posteriormente nos entregó una hoja con un texto a partir del cual teníamos que responder unas preguntas y decir si unas oraciones acerca del diálogo eran verdaderas o falsas. Terminamos la clase sin corregirlos tan siquiera, esta vez la mayoría estuvieron un poco más habladores que de lo normal en estos días y creo que algunos no estaban muy centrados en hacer el ejercicio. Bueno, entiendo que no van a estar callados durante toda la clase, pero considero que hemos perdido algo de clase, aunque tampoco había mucho que hacer. En fin, esperemos que en la próxima lección estén más tranquilos, pero concentrados. ¡Oh! Se me olvidó decir que Germán nos dijo que no estaría el viernes, así que no haremos (hicimos) muchas cosas durante esa hora.
Y en Griego, como acabo de escribir arriba, Germán no estuvo, así que se nos permitió hacer lo que quisiéramos (siempre y cuando no lo molestásemos a nadie). En mi caso, usé el tiempo libre para hacer el trabajo de Historia. No sé qué haremos en la próxima lección, pero al menos podemos decir que esta fue provechosa.
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